Madrid, 22 mar (EFE).- La obra de teatro "Hay alguien en el bosque", de la dramaturga Anna Maria Ricart y dirigida por Joan Arquè, recoge los testimonios de Nevenka, Milica, Meliha, Alen, Ajna y Lejla, mujeres que fueron violadas y sufrieron la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
"La violación como arma de guerra no solo sirve para humillar y atemorizar a una comunidad, sino que destruye a toda una generación y se perpetúa en la siguiente", ha explicado este miércoles en rueda de prensa Teresa Turiera-Puigbó, directora del documental homónimo.
Tres décadas después de las atrocidades cometidas en el corazón de Europa, "la mayoría de los supervivientes lo viven en silencio, ignoradas por las instituciones, invisibilizadas por la sociedad e incluso rechazadas por su propias familias, la violación es tabú", añade Turiera-Puigbó.
La obra, producida por Cultura i Conflicte y el Teatre l'Aurora, se estrena mañana en el Teatro de La Abadía y las actrices Ariadna Gil, Montse Esteve, Òscar Muñoz, Magda Puig, Judit Farrés, Pep Pascual y Erol Ileri interpretan no solo a esas mujeres, también a los hijos nacidos de esas violaciones e incluso dan voz a criminales de guerra.
"Al tiempo que las vivencias de esas mujeres se mezclan con el recuerdo de una Barcelona explosiva con los Juegos Olímpicos de 1992 o la Exposición de Sevilla", señala Turiera-Puigbó.
"El objetivo de esta obra es que no olvidemos que las guerras siguen existiendo y que una guerra no acaba con un tratado de paz, la guerra sigue en los cuerpos de generaciones y generaciones que no pueden olvidad", cuenta la directora.
"No es una función donde solo hay dolor. De alguna forma, dar voz a estas mujeres desde el teatro es sanador para ellas, el hecho de que no se les olvide y sepan que importan para alguien, hace que ellas, al menos, tengan esperanza", dice Ariadna Gil.
Siete intérpretes en escena y la música interpretada en directo "dan voz a la memoria y a la determinación de estas mujeres y de los hijos e hijas nacidos de las violaciones que lucha contra el olvido, ahora que los focos y las cámaras ya hace tiempo que se marcharon de Bosnia", explica Turiera-Puigbó.
Cultura i Conflicte es un equipo multidisciplinar de profesionales que cree en la capacidad de la cultura como motor de diálogo y reflexión y como herramienta de transformación social.
Por ello, junto a esta pieza teatral, que estará hasta el 2 de abril en el Teatro de La Abadía, se podrá ver una instalación fotográfica sobre las propias mujeres que dieron testimonio de su vivencia en el jardín de teatro. EFE